Hoy en día es muy frecuente que cualquier persona tenga varias cuentas de correo: una o dos de Gmail, la cuenta profesional o corporativa…
El principio que se debería cumplir siempre es no mezclar los usos de las cuentas: un mensaje profesional siempre debería ser enviado desde la cuenta profesional, y esta no se debería utilizar para mensajes privados.
Hay que recordar que el mensaje de correo electrónico puede tener valor legal y que uno de los elementos que lo constituyen, y que puede ser definitivo para calibrar su valor, es la cuenta desde que se ha enviado.